Mañana el movimiento social denominado como 15M, por la fecha en que surgió, cumplirá su segundo aniversario. Más que centrarnos en este movimiento, el punto a resaltar es la labor comunicativa del mismo movimiento. Ejemplar, sencillamente moderna, revolucionaria si alguien está dispuesto a exagerar. La forma de tratar la información y llevarla a su cauce ha sido un gran ejemplo de la aplicación de las nuevas tecnologías cuando aún no había explotación por parte de muchos medios. Estos indignados aprendieron, o mejor dicho ya sabían, adaptarse al entorno. Crearon la misma cuenta de Twitter @acampadasol el mismo día que comenzó la acampada y con una labor con gran rigor han manejado un caudal de información inconmensurable. Un tratamiento directo con las informaciones publicadas en los medios, calumnias y rumores, falta de pruebas, injurias y datos reales, agresiones y divulgación de logros.
El 15M está vivo en gran parte por la labor comunicativa que los voluntarios ejercieron aquellos días, y siguen ejerciendo. Una vez dicho esto cabe añadir que los que hicieron esto eran periodistas que en muchos casos no trabajaban en las altas esferas, no eran la élite, aunque la élite nunca sea la élite. Estos jóvenes y no tan jóvenes eran voluntarios, actuaban con pasión, actuaban con ideales, como diría Bauman (negativamente) sobre el 15M con los sentimientos, sin objetividad. Pero aún así actuando con mucha objetividad, pues la labor que queda es tan válida como la del profesional mejor pagado. Verdaderos profesionales de valor que por ideales o por falta de oportunidades fuera de los medios, de unos medios que temen la pérdida de influencia y ventas, mientras que los movimientos sociales ganan en influencia y afluencia.
El 15M celebra su segundo aniversario, sea este twiteado o no, sin duda es en gran parte gracias a la labor de unos periodistas que se han convertido en unos expertos en redes sociales y difusión de contenidos. Una labor no tan valorada pero infinitamente importante en una sociedad como la nuestra.